Cocinando con...La tía, Cecilia Matzicatzin

Ingredientes
Necesitaremos ir a la panadería y a la recaudería para comprar:
1 kilo de hojaldre o pasta quebrada
harina de trigo
azúcar glas
canela en polvo
crema pastelera o cabello de ángel o frutillas confitadas
Para preparar
Esta receta se puede preparar a dos gustos, al mío que es horneado o al de mi rolliza sobrina que es frito. En el primer caso se usará el hojaldre y en caso de freír las barrigas es mejor usar la pasta quebrada.
Preparado el hojaldre, extiéndanlo sobre la superficie lisa enharinada con ayuda de su rodillo; corten la masa en pequeños rectángulos del tamaño de una de nuestras postales que siempre regalamos en la Fonda El Refugio. Embadurnen un poco de crema pastelera, pónganle cabello de ángel o frutillas secas o incluso trocillos de durazno en almibar y al final cierren los rectangulitos de masa como si fueran empanadillas; a continuación se meten al horno o se fríen.
Una vez en su punto se sacan y se colocan en un platillo para espolvorear con azúcar glas mezclada con canela molida o en polvo y se sirven templadas o frías acompañadas de una buena tacita de chocolate.
Esta pieza delicosa de repostería recibe su nombre de Barriga de Monja en algunos pueblos españoles y en nuestros días las más famosas eran las de Salamanca y Zamora, aunque muchos dicen que esta receta viene de una más antigua portuguesa en la que las empanadas tenían un trocito de pasta en el centro que simulaban el ombligo.
Así pues queridos, disfruten sus barrigitas de monja, así como mi cariampollada sobrina ya se zampó 3 y cuando pregunten quién les dió la receta, contesten que fue la tía Cecilia.
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