miércoles, 9 de julio de 2014

En la columna de... la tía Cecilia

El Bautizo como juego en Nuevo León.

Mis queridos y cada vez más indoctos plebeyos, cada vez veo con más asombro la manera con la que llevan sus vetustos intelectos por la vida y más cuando ya ni a Dios Nuestro Señor respetan. Una de mis criadas, que por cierto es norteña,  dio a luz a su vástago hace dos días. 

Casi se me cae el cuajo (otra vez) cuando me dijo que lo registró y lo bautizó con el nombre de Neymar. Supuse que era uno de esos tantos nombres paganos como Brayan, Yonatan o Brandon, pero no era así, resulta que es de un palurdo jugador del balonpié que causó conmoción en los últimos partidos.

¡Ay de ustedes! y ¡Ay de mí! cuando me enteré que en Nuevo León, la tierra natal de mi criada, 329 pobres almas en desgracia fueron registradas bajo este nombre brasileño. Casi me regresa el pasmo de muelas y se me va la boca al enterarme. Mi única pregunta es: ¿Por qué hacen este tipo de cosas? ¿Qué no saben que cuando venga el Juicio Final y Dios Nuestro Señor llame a los vivos y a los muertos tendrá que referirse a las personas por su nombre? ¿Por qué van a poner al Altísimo en predicamentos? y además como decía mi confesor, si Dios no puede pronunciar tu nombre ¡no te vas al cielo! y punto. 

Dónde quedaron esos hermosos nombres como Estanislada, Benefecia, Delgadina, Sobeida, Prócula, Epifania, Apolionia, Rubersinda, Maclovia, Eduviges, Felícitas, Patrocinio o Agripina. Creo que el buen gusto y el decoro van desapareciendo, al menos eso es lo que pienso que sucede en tierras norteñas, ya que no podemos olvidar el hecho de que hace unos meses el gobierno de Sinaloa ya había sacado una lista en la que prohibía nombres como Robocop,Yutúb, Fasevok, Burherquin, Tuiter, Pocajoontas, Leididí y Marciana entre tantos, pero que con singular alegría se iba sobre nombres tan bellos y tradicionales como Panuncio, Piritipío, Procopio, Iluminada, Telésforo y Circunsición. 


En fin, Dios mediante pronto pasará la fiebre del mundial y los niños se volverán a llamar como generalmente se llamaban, no son nombres correctos, pero por lo menos son más decentes... volverán nombres como Anahí, Belinda, Dulce María o el que Televisa ponga de moda.

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