martes, 30 de septiembre de 2014

En la columna de la archiduquesa

Las cabezas del Coatepantli.

Hoy mis queridos súbditos, quiero contaros  algo muy interesante, la barda del Coatepantli. Tal vez le suene muy raro el nombre, como a estación del metro de la línea B, pero no, ésta era una barda que delimitaba el espacio ceremonial del hoy inexistente Templo Mayor de Tenochtitlán. Dicen algunas crónicas que era una enorme barda de piedra labrada en forma de culebras que representaban al dios del viento de los naturales de estas tierras, Quetzalcóatl. Esta serpiente emplumada le daba la vuelta al perímetro del gran Teocalli y terminaba con unas cabezotas de culebra. 

Al llegar los conquistadores y destruir el Templo, desmantelaron las piedras y las usaron para construir casas, murallas e iglesias. La barda del Coatepantli fue desmantelada y sus piedras sirvieron para edificar la primera catedral que tuvo la Ciudad de México en 1524. Por si no fuera poco, las cabezas fueron utilizadas como las basas de las columnas ochavadas de esta primera catedral.

Durante el siglo de existencia que tuvo la primera catedral (hoy desaparecida y cuyas ruinas están sepultadas en el atrio de la actual catedral, al ladito del metro...) las basas-cabezas estuvieron expuestas a todos los fieles que entraban al edificio; incluso varios de los ancianos que habían vivido la conquista y destrucción de Tenochtitlán iban a llorar la desgracia de la destrucción ante esas piedras. Esto lo refiere Fray Diego de Durán quien en sus crónicas escribe: 


"...se quiten aquellas culebras de piedra que están por basas de los pilares los cuales eran cerca del patio de Huitzilopochtli, y donde se yo que han ido a llorar algunos viejos y viejas la destrucción de su templo, viendo allí las reliquias, y plega a la divina bondad que no hayan sido allí algunos a adorar aquellas piedras y no a Dios."
Las cabezas fueron enterradas junto con la primera catedral en 1625 y descubiertas por el arqueólogo don Antonio García Cubas en 1881. Por desgracia fueron llevadas al INAH en donde  ya no se sabe dónde quedaron... Cuenta la leyenda sindical, que  se encuentran en el Museo Nacional del Virreinato, sería bueno que usted lector, en ánimo de Indiana Jones se diera una vuelta algún día para  ver si andan estos resabios del gran Teocalli de México todavía por ahí...

Les quiere la archiduquesa...

viernes, 26 de septiembre de 2014

Cocinando con... la Archiduquesa


Ternera con champiñones y canela.

Queridos súbditos, el día de hoy me siento consternada... ha llegado una carta  de tierra santa y es de mi querida prima Alma María, carta que viene de tierra santa, se las comparto y espero la disfruten...

Queridas prima Archiduquesa y adorable Tía Duquesa...

Me he enterado de que ya tienen su blog y que cada viernes ponen recetas... Hoy quiero compartirles una de mis recetas familiares más queridas con el motivo de Rosh Hashaná, el año nuevo judío que justo acaba de pasar, la receta que quiero compartir con ustedes es la Ternera con champiñones y canela.

Ingredientes.

1 kg. de carne de ternera molida
1 kg. de champiñones cortados trocitos o rodajas
canela en polvo
sal
pimienta
duraznos en almíbar
cebolla morada

Modo de hacerse.

Pondrán a cocer la carne de ternera con sal y pimienta, un poco más salada y condimentada de lo normal ya que se mezclarán con lo ducle.

En otra olla pongan los champiñones a cocerse con el aceite de oliva y sal. Una vez cocidos se agrega la carne y se le agrega el almíbar con trocitos de durazno y se deja hasta el hervor. Se le agrega canela y un poquito más de sal.  

Es un platillo muy especial y con sabor diferente a lo que conocen. Muy deliciosa y tradicional para la cena de año nuevo judío de la comunidad sefaradí. 

Les aprecio y espero pronto verlos, ya extraño mi México querido...

Doña Alma María Huitronovich Contrejas y Carvajal viuda de Santa María y Bautista Principal de Monterrey.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

En la columna de la Archiduquesa...

El año nuevo judío...

Hoy mis queridos, he decidido escribir sobre un tema a escondidas de mi católica tía, y es que ustedes la ven muy agradable cuando hablamos de temas del día a día y más si es de televisa o la Rosa de Guadalupe, pero nada más le tocan temáticas medio... cómo decirlo... alternativas, y se pone cual demonio poseso de un alma sacra. Me refiero a mi querida y adorable prima condesa. Mi prima Alma María, quien se encuentra en tierra santa desde hace meses, por estas fechas decidía celebrar las tradiciones de su padre, me refiero al año nuevo judío y ya se imaginarán como la tía reaccionaba. 

Y es que muy poca gente lo sabe, pero en la Nueva España existió gran población judía y criptojudía durante el siglo XVI. Muchas familias Sefaradím, españolas y portuguesas vinieron a estas tierras huyendo del yugo de la Santa Inquisición. La más famosa de estas familias fueron los Carvajal. Don Luis (padre) casóse con doña Francisca y tuvieron cuatro hijos: don Luis, don Gaspar, don Baltazhar y doña Mariana. Luis, Baltazhar y Mariana crecieron en casa de sus padres y fueron educados bajo su verdadera fe, la ley muerta de Moisés; mientras que Baltazhar fue metido desde niño al convento de Santo  Domingo de Guzmán para aparentar ante la sociedad de la Ciudad de México una vida católica y mocha como la de mi tía.

Así es mis queridos plebeyos, la familia Carvajal era judaizante y habían llegado de Portugal huyendo de las tragedias y estragos de los cuales eran objeto por no creer en Nuestro Señor Jesucristo Redentor.  Así pues, la familia Carvajal fue parte de una red secreta de judíos que habitaron la Nueva España sin que la Inquisición lo notara, incluso don Luis padre, con apoyo de S.M el Rey de España fundó Monterrey en el Nuevo Reino de León.

De esta manera es que mi querida prima condesa de Monterrey, es descendiente de los Carvajal y lleva en su sangre aquel apellido. Por eso cada año por estas fechas celebraba en secreto su ritual de año nuevo, mi tía nunca lo supo cuando vivíamos en el siglo XVIII, pero ahora en esta modernidad, cuando se enteró, ya quería exorcizar a mi pobre prima Alma María con la botellita de agua, la "apocalíptica" que algunos de ustedes conocen. Ay pobre de mi prima condesa, ella que culpa tiene, tan alejada de toda la bondad. 

En fin, cada año mi prima hacía una cena con pescado, que es el platillo principal ya que se recuerda que uno, por sus acciones, tiene que ser como la cabeza del pescado y no como la cola. Otra cosa que se come en la cena son cosas dulces; la granada, la miel y la manzana son típicas de esta fiesta, que recuerda lo dulce y mieloso que se desea para el próximo año, tienen que ser redondas para recordar el término e inicio de un ciclo.

Así es mis queridos plebeyos, hoy miércoles 24 al despuntar la primera estrella en el cielo, inicia el nuevo año judío con cenas  festejo. En esa lengua se dice Shaná Tova, felíz año creo... Pero ya dejaré de escribir que ya viene mi tía en camino y no quiero que se le vaya la boca o se le caiga el cuajo. Después les contaré el trágico final de los Carvajal....

Los quiere, su amiga la archiduquesa del Valle.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Domingo de leyendas con las Meninas Novohispanas

La Casa de la Zacatecana (Santiago de Querétaro)

Hoy domingo, mis queridos plebeyos,  les contaré una maravillosa historia asesinato que sucedió en la ciudad de Santiago de Querétaro ya que también hay leyendas muy interesantes en nuestras otras ciudades virreinales. La leyenda de hoy, sucedió en una casona del siglo XVII muy bella y hermosa que se encuentra en la calle de Independencia en la ciudad de Querétaro. La casa ahora es un museo en el que se cuenta la historia que hoy os narraré.

A principios del siglo XIX se mudaron a esa casa un fino y distinguido matrimonio de Zacatecas, él hombre  ya mayor y ella una joven mozuela. Los recién casados decidieron mudarse a Querétaro por los negocios del caballero,  mismos que se centraban en esa ciudad y en las aledañas. Llegaron a habitar la casona con sus mejores muebles, los cuales fueron vistos en la calle por los vecinos, entonces vieron  que era un matrimonio muy acomodado.

El marido comenzó a ausentarse cada vez mas por su trabajo y ella, la popularmente llamada "zacatecana" se quedaba sola en la casa. Ella le pedía a su marido que la dejara salir, tener amigas, pero él no quiso y al contrario la reprimió, poniéndole esclavos que cerraban las puertas de la casa y que la vigilaban todo el tiempo.

Pronto la zacatecana, víctima de chismes sin fundamento, decidió poner fin a la situación que la agobiaba: su marido. Una noche la zacatecana entró al cuarto de su esposo y lo golpeó con un candelero que estaba sobre la mesita de noche. Le ordenó a uno de los esclavos que jalara el cuerpo hasta el jardín trasero y que cavase dos hoyos, uno para el marido y uno para un arcón de dinero. Cuando el esclavo cavó los dos hoyos, pidió que colocara en uno el cadáver del marido y entonces mató con la pala al esclavo.  Prosiguió a tapar los hoyos.

Pasaron los días y la gente comenzó a percatarse de la ausencia del marido. Nadie sabe quién ordenó que dos hombres entraran por el balcón de la habitación de la zacatecana, pero  entraron y apuñalaron a la mujer, bajaron el cadáver y lo aventaron en la plaza central de la ciudad. 

El señor corregidor comenzó una averiguación en la casa y encontró los cadáveres del esposo y el esclavo detrás de la casa, decidió que era momento de castigar a la zacatecana por el espantoso crimen que había cometido y ordenó que el cadáver apuñalado de la pobre mujer fuera colgado del balcón de su propia habitación como escarmiento del asesinato cometido...

Aún dicen que en la casa se aparece la figura de la zacatecana con un candelero en la mano. Vayan al museo, les va a encantar, es una preciosa casa virreinal. 

Los quiere, su amiga Archiduquesa...

viernes, 19 de septiembre de 2014

Cocinando con la Archiduquesa...

Huevos Cielo

Hola mis queridos, hoy viernes de recetas de cocina les tengo una sorpresa: Huevos Cielo! y no estoy siendo grosera hablándole cariñosamente a alguien, por el contrario es una receta muy querida por mí... así como todas las que he dado...

Ingredientes

6 huevos enteros
3 yemas crudas
1 lata pequeña de foie-grass
300 gramos de rape
1/4 kilo de coles de Bruselas
100 gramos de pan
50 gramos de mantequilla
1 limón
1 cebolla
1 diente de ajo
1 rama de perejil
aceite
sal

Modo de hacerse

En una cazuela con agua fría se cuece el rape, la cebolla cortada en dos, el ajo, el perejil y un poquito de sal. En el momento en que rompa el hervor, se aparta el rape, se deja enfriar y se corta en trozos pequeños. De reserva a parte cubierto con un paño para evitar que se seque de más.

Limpias las coles de Bruselas, se cuecen en una cazuela con agua y sal hasta que estén tiernas, después se escurren y se rehogan en una sartén con un poco de aceite, también se reservan a parte.

Se retira la corteza de un pan y se cortan seis rebanadas gruesas y redondas. De fríen y se extienden sobre cada una de ellas una capa fina de foie-grass. Se untan con mantequilla seis moldes de tartaletas y se reparte el fondo de cada uno con un poco de rape. Después, se casca un huevo en cada molde, se sazona con unos granitos de sal y se ponen a cocer en baño María en un recipiente plano hasta que la clara se nos cuaje.

A parte, en un cazo se prepara una salsa poniendo al fuego las tres yemas crudas y dos cucharadas de agua. Se remueve muy despacio con una cuchara de madera hasta conseguir una crema espesa y fina. Se quita entonces del fuego y se añade una cuchara de mantequilla derretida mas una de jugo de limón y una pizca de sal.

Por último, se disponen las coles de Bruselas, todavía empapadas, en el centro de un platón redondo. Al rededor, formando un círculo, se colocan los discos de pan untados con foie-grass y sobre cada uno de ellos un huevo con rape (desmoldado). Se cubre todo con un poco de salsa saliente y se sirven al instante.

Deliciosa y muy pero muy especial, sorprendan a sus amigos! 

Los quiere su excelencia la Archiduquesa del Valle.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

En la columna de la tía Cecilia


El escudo protector super poderoso...


Muy buen miércoles queridos todos, he visto que muchos ya no saben ni qué santo nuevo inventar o qué cosa ritual herética sacar para protegerse, ahora pegan estrellitas demoniacas, cuelgan bolitas de cristal impías y se alejan cada vez más del regazo de nuestra dulcísima madre la Virgen María. Hoy por eso les contaré de un escudo super poderoso el cual, los habitantes de la Ciudad de México teníamos la fortuna de disfrutar en el siglo XVIII. 

Descrito por el excelentísimo maestro y presbítero don Cayetano Cabrera y Quintero en su Escudo de Armas de la Ciudad de México, nosotros los novohispanos capitalinos teníamos una serie de vírgenes que nos protegían en cualquier epidemia, inundación y tragedia que Dios nuestro señor nos enviaba como castigo para que nosotros, sus hijos recordáramos nuestro lugar y nos arrepintiéramos de nuestros pecados. 

Durante el virreinato existieron muchísimas epidemias y sismos, tan solo en 1711 casi todas las ciudades del virreinato se vieron afectadas por un fuerte temblor que dejo por suelo muchas de nuestras mejores estructuras, además estaban las epidemias como el matlatzáhuatl o el cocolistli, de la cuales les hablé hace unas semanas...

Entonces estaba nuestro escudo super poderoso de vírgenes milagrosísismas y dulcísismas, al norte nos protegía nuestra madrecita la virgen de Guadalupe en su santuario del cerro del Tepeyac, al sur nos cuidaba la virgen de la Piedad en su santuario de la Piedad, hoy desaparecido pero que estaba frente a la plaza comercial de Parque Delta. A los lados también teníamos cuidado divino, al oriente la virgen de la Bala, en el hoy extinto santuario de San Lázaro, muy cerca de donde ahora gobiernan los cochinos e irrespetuosos diputados, y al poniente nuestra virgen de los Remedios, estatuilla traída por los conquistadores de Cortés desde tiempos de la colonia.

Todas estas vírgenes eran milagrosísimas y nos protegieron por muchos siglos, ahora algunas de ellas ya no existen y otras se han movido de lugar, pero yo como católica novohispana, aseguro que si ustedes los capitalinos les rezaran para pedir su protección, ellas en verdad irían a su auxilio, es un cpnsejo que les doy yo, su adorable tía... 

¡Los quiero ver rezando!

Los ama, doña María Cecilia Matzicatzin. 

domingo, 14 de septiembre de 2014

Domingo de leyendas de las Meninas Novohispanas

La caballa... (Tacubaya)

Muy delicioso domingo de descanso mis queridos sobrinos plebeyos, hoy yo, su tía adorada, la tía Cecilia les contaré una leyenda muy hermosa y didáctica, porque me parece que cada día las buenas costumbres y  las mejores maneras, están siendo abandonadas y me da tristeza, me pesa... 

Por eso mismo les contaré la leyenda de una bella dama que vivía en Tacubaya en el siglo XVII y por una pasión desenfrenada y la traición de su amado murió aplastada por los caballos de un carruaje en la oscuridad de la noche. La historia de su vida no es relevante, la de su muerte es la que se convirtió en leyenda.

Por el pueblo de Tacubaya, por esos caminos que conectaban ese lejano pueblo con la Ciudad de México, desde siempre hubo muchos tugurios de la mala muerte, casas de mancebía y de perdición, a los que los hombres ligeros e irrespetuosos del temor de Dios gustaban ir para saciar sus más bajos sentimientos de concupiscencia.  Los caballeros salían ya muy ebrios de los tugurios estos y entonces el terror se desataba pasando la media noche.

Varios caballeros fueron presa de una bella dama que en el camino se aparecía, siempre de espaldas, se contoneaba ligeramente al caminar  por la calle, sola, solita como la una; y ellos calenturientos y pecaminosos, se le acercaban para preguntarle si necesitaba compañía. La jovencita se detenía, no contestaba y avanzaba de nuevo; ellos, la seguían. Esto se repetía en varias ocasiones hasta que sin darse cuenta ya estaban fuera del camino, lejos de cualquier pueblito y en medio de la noche y de las milpas. 

De pronto, los exaltados caballeros se abalanzaban sobre ella o caminaban más rápido o le gritaban hasta que lograban alcanzarla y en ese momento ella volteaba solo para mostrar su ¡enorme cabeza de caballo que tenía adherida en donde tendría su cabeza humana! Ellos morían del susto, se desmayaban, se caían sobre las nopaleras o simplemente salían despavoridos. Esos espíritus demoniacos  y en pena son buenos por eso, le ponen un alto hasta los hombres más imprudentes, y valla que muchos necesitan eso... 

El ánima esa sigue apareciéndose por la zona y me han dicho que ya por muchos lados más, el centro histórico por ejemplo... Por eso queridos, cuando salgan después del table, no se vayan con la primera que encuentren afuera, porque no sabrían si es una mujer normal o tiene una cabeza de caballo...

Los quiere su tía Cecilia, buen domingo. 

viernes, 12 de septiembre de 2014

Cocinando con la tía Cecilia, la tía de México...

Pozole Rojo

Hoy mis queridos adorados estoy de manteles largos, ya se acerca el día de la Independencia y aunque yo no lo celebro porque soy novohispana, sí me emociona hacer pozole para todos mis sirvientes y por supuesto para mi adorable y troglodita sobrina Archiduquesa... De cualquier manera les comparto mi receta, muy especial...


Ingredientes
2kg de maíz cultivado en la Malinche, Tlaxcala
3kg de puerco del rastro, bien ensangrentado
4 kg de hueso, del mas correoso y con tuétano para que sepa
1/2 kg de chile guajillo, del que pica por supuesto, no hago pozole para blandengues
1 pizca de comino
3 dientes de ajo
1 cebolla
sal al gusto

Modo de hacerse

Pongan desde una noche antes a hervir el maíz con dos cucharadas de cal y en agua con un pedazo de roble para que suelte el sabor, se debe de cocinar en olla de barro con ocote de Ocotlán, si no no sabe.  A la mañana siguiente se lava bien el maíz y se le quita la cabecita. Ya pusieron a hervir el puerco con hierbas y maderas para que agarre el saborcito de mi tierra. Muelan los ajos y las cebollas, el comino, chile y se cuelan para agregar al maíz que se puso a hervir de nuevo. Se pone sal al gusto.

Lo pueden adornar con rábano y lechuga, recuerden ponerle el orégano, ay que delicia! nada más de escribir la receta ya se me hace agua la boca!

Queridos míos celebren su independencia disfrutando de mi delicioso Pozole, los quiere su tía, la tía Cecilia...



miércoles, 10 de septiembre de 2014

En la columna de la Archiduquesa...

El Walking Dead Novohispano.

Mis queridos plebeyos, la noche de a noche estuve viendo una de esas series televisivas muy interesantes que ustedes tanto gustan de admirar. Me compré mi membresía del neflis y pude ver el maravilloso y desconocido mundo de la televisión pagada por internet frente a mis ojos. Como soy muy versada en otras lenguas, pude entonces entender muchas de las series que están en anglicano, por eso quiero hablarles de una de las series que vi.

Se llama el gualquinded, y me impresionó mucho analizar cómo la gente de ahora se espanta por los muertos vivientes o zombis que aparecen en las películas y en las series televisivas. Entonces les contaré algo muy similar que pasaba en las epidemias. 

Los cementerios son algo relativamente nuevo en este país. Apenas en la época del hereje zapoteca don Benito Juárez, se implementó el uso reglamentado de los cementerios que deberían estar, por cuestiones de salubridad, a las afueras de las ciudades. Durante todo nuestro virreinato novohispano, los muertos eran enterrados dentro de las paredes y debajo de los suelos de las iglesias. La gente pobre se enterraba en los atrios de las iglesias y  ahí era cuando ocurrían los problemas.

Durante la epidemia del Matlatzáhuatl, que en la nota pasada mi tía nos refirió, muchos indios murieron y fueron rápidamente enterrados en los atrios de las iglesias, prontamente fueron demasiados cuerpos enterrados en esos lugares. Uno de los atrios más concurrido fue el de la iglesia de la Santa Veracruz, templo que aún hoy en día sigue existiendo. Lo malo era que el subsuelo lacustre hacía que de vez en cuando los cadáveres salieran botados de la tierra por el movimiento del agua. Durante el Matlatzáhuatl, la gran cantidad de cadáveres y el subsuelo lacustre eran los causantes de que en el atrio de la Santa Veracruz se tuvieran que enterrar a los muertos por más de dos ocasiones, escenas de gran horror y asco para las personas que transitaban por ahí, hasta que el virrey ordenó el cese de entierros en esa zona. Por si fuera poco los muertos también se iban botando dentro de la iglesia, escena muy graciosa para mi...

Así que también tuvimos un gualquinded en estas virreinales tierras, solo que un poco más insalubre.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Las leyendas de las Meninas Novohispanas...

Los caballeros del buen tráfico... (callejón de la condesa)

Excelentísimos plebeyos. El día de hoy, ésta su humilde amiga Archiduquesa,  tiene el gusto de inaugurar la sección dominguera de "Las Leyendas de las Meninas Novohispanas", todo con el sentido más sincero de cultivar sus mentes y sacarlas del abismo de la ignominia en el que están arrellanadamente empantanados... Así pues hoy les contaré la leyenda de dos caballeros muy nobles que su orgullo ocupaba un espacio mayor que ellos en el universo.

Eran dos condes, el conde de Valdivieso y el señor conde de La marca. Ellos solían ir a sus respectivos despachos en sus carruajes. En el siglo XVIII salir con carruaje era todo un evento, era una muestra de expresión social y muchísima de la gente más noble, adornaba sus carruajes con listones, plumas y esclavos, así pues salieron estos dos nobles caballeros y se dispusieron ir a sus respectivos despachos.

Como ruta de trabajo, los dos tenían que tomar el callejón de la Condesa, un callejoncito que se encontraba al lado del palacio de la Condesa del Valle de Orizaba, o Sanborns de los azulejos como ustedes vulgarmente le conocen. Entonces los dos condes se encontraron de pronto frente a frente en el callejón de la Condesa, la historia entonces comenzaría...

Al toparse de frente, el lacayo de uno bajóse del carruaje para avisarle al lacayo del otro que su amo no se movería puesto que no lo deseaba; el lacayo del otro fue con la noticia a su respectivo amo y de regreso al otro lacayo. Así fue toda la mañana, hasta que los dos condes decidieron que ninguno se habría de mover de lugar argumentando su linaje, su rancia alcurnia y su petrificado abolengo. Ninguno se movió por tres días inventando el primer embotellamiento de la ciudad con la excesiva cantidad de dos coches...

Después de los tres días el excelentísimo señor Virrey ya se había enterado de la historia, los chismes y bromas que obviamente ya se habían formado al rededor de los dos ilustres caballeros, y por supuesto, después de reír a carcajadas, mandó se aplicara la respuesta a tan alcurnioso evento: A la cuenta de tres los dos carruajes se echarían para atrás, saliendo cada uno por la calle de donde vino y de esa manera terminaría aquel embarazoso y aritsocrático incidente. Así fue y así se mandó hacer...

Ay de los caballeros, que entre más alcurnia y abolengo, aunque sea ficticio o exista sólo en sus cabezas, no entienden de razones cuando se empeñan en mostrar sus cualidades, cuando olvidan que la cualidad más preciada es la de ser pensante.

Los quiere su Excelencia Ilustrísima, la Archiduquesa del Valle...

viernes, 5 de septiembre de 2014

Cocinando con... la tía de México

Capuchina

Hola mis queridos sobrinos adorados. Hoy me toca darles la receta del viernes y a petición de mi comadre y amiga Margarita Zavala, decidí hacer una de mis recetas especiales: Capuchina... No se trata de una monja ni tampoco de una de esas cosas del diablo del Estarbocs, por el contrario es una receta muy antigua, para hacerla necesitamos:

Ingredientes

8 yemas
1 clara
1/2 kg de azúcar 
1/4 de litro de agua

Modo de hacerse

Comienzan batiendo las yemas y la clara en un recipiente hasta obtener una crema muy espumosa. Luego viertan la mezcla en un molde con su tapa, el molde debe de estar untado con almíbar de durazno. Cierren el molde y se cuece a baño María por espacio de media hora a fuego lento.

Después de esa media hora, saquen el recipiente del agua dejándolo enfriar antes de desmoldarlo sobre un platito. Por otro lado, con medio kilo de azúcar y un cuarto de litro de agua, preparen un almíbar muy fuerte. Alcanzado el punto, se remoja con él la capuchina pinchada por varios sitios, se sirve caliente o fría y se puede adornar con nata, merengue, huevo hilado, frutillas o cubierta con baño de yemas.

Este postre es delicioso y muy casero, háganlo y presúmanselo a todos sus amiguitos en esos antros a los que van... los quiere su tía, la tía Cecilia. 

martes, 2 de septiembre de 2014

En la columna de la tía Cecilia, la tía de México

El Matlatzáhuatl y el Cocolistli.

Muy buenos días mis queridos y adorados sobrinos plebeyos. Sigo preocupada por sus mentes llenas de ignominia que se asustan con las cosas del ébola y así. En nuestra época nosotras teníamos que lidiar con eso, más o menos cada lustro. No deben de preocuparse, esos brotes están en la lejana Africa y espero, Dios mediante, no llegará la ira de N.S Jesucristo a estas tierras tan creyentes y tan guadalupanas como Dios manda.

Hoy, por este motivo, les quiero hablar del Matlatzáhuatl y del Cocolistli, dos epidemias muy poderosas que se desataron cíclicamente en el territorio virreinal durante los siglos XVI al XIX. Como mi oleosa sobrina archiduquesa y su pueblo trajeron las epidemias y los piojos, estas nuevas enfermedades se transformaron en estas tierras. Ellos se bañaban cada Corpus y San Juan, por lo tanto hacían que las epidemias se propagaran con mucho más facilidad.

El Cocolistli, cual Familia michoacana, azotó el territorio virreinal muy fuertemente en el siglo XVII cobrando miles de almas. El Matlatzáhuatl por su
parte fue una epidemia que se desató de 1736 a 1739 en todo el territorio novohispano y duró tres años en la Ciudad de México.

El Matlatzáhuatl recibe su nombre de dos palabras en náhuatl que significan mal de red, y eso era porque los síntomas consistían en una red de granos por todo el cuerpo además de dolor de cabeza, vómito negro y sangrado de encías. Una muerte muy especial...

La cura fue la mejor parte de esta historia, el Protomedicato, que era como su IMSS pero en bien, descubrió que los enfermos se curaban con una buena dieta de tamales y atole, tal vez lo único que necesitaban era alimentarse muy bien, como ahora...

Piensen muy bien antes de quejarse, la mayoría de las epidemias ahora son curables, o si no, por lo menos tienen la tecnología para hacer algún remedio, sin olvidar que pueden rezarle a nuestra dulcísima madre María de Guadalupe.

Los quiere, la tía de México, su tía Cecilia.