martes, 2 de septiembre de 2014

En la columna de la tía Cecilia, la tía de México

El Matlatzáhuatl y el Cocolistli.

Muy buenos días mis queridos y adorados sobrinos plebeyos. Sigo preocupada por sus mentes llenas de ignominia que se asustan con las cosas del ébola y así. En nuestra época nosotras teníamos que lidiar con eso, más o menos cada lustro. No deben de preocuparse, esos brotes están en la lejana Africa y espero, Dios mediante, no llegará la ira de N.S Jesucristo a estas tierras tan creyentes y tan guadalupanas como Dios manda.

Hoy, por este motivo, les quiero hablar del Matlatzáhuatl y del Cocolistli, dos epidemias muy poderosas que se desataron cíclicamente en el territorio virreinal durante los siglos XVI al XIX. Como mi oleosa sobrina archiduquesa y su pueblo trajeron las epidemias y los piojos, estas nuevas enfermedades se transformaron en estas tierras. Ellos se bañaban cada Corpus y San Juan, por lo tanto hacían que las epidemias se propagaran con mucho más facilidad.

El Cocolistli, cual Familia michoacana, azotó el territorio virreinal muy fuertemente en el siglo XVII cobrando miles de almas. El Matlatzáhuatl por su
parte fue una epidemia que se desató de 1736 a 1739 en todo el territorio novohispano y duró tres años en la Ciudad de México.

El Matlatzáhuatl recibe su nombre de dos palabras en náhuatl que significan mal de red, y eso era porque los síntomas consistían en una red de granos por todo el cuerpo además de dolor de cabeza, vómito negro y sangrado de encías. Una muerte muy especial...

La cura fue la mejor parte de esta historia, el Protomedicato, que era como su IMSS pero en bien, descubrió que los enfermos se curaban con una buena dieta de tamales y atole, tal vez lo único que necesitaban era alimentarse muy bien, como ahora...

Piensen muy bien antes de quejarse, la mayoría de las epidemias ahora son curables, o si no, por lo menos tienen la tecnología para hacer algún remedio, sin olvidar que pueden rezarle a nuestra dulcísima madre María de Guadalupe.

Los quiere, la tía de México, su tía Cecilia.

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