viernes, 31 de octubre de 2014

Cocinando con la tía Cecilia...

Calabaza en Tacha.

Muy buen viernes queridos todos. Hoy les traigo la receta de la calabaza en tacha, receta ancestral que se acostumbra en estos maravillosos días de muertos. Es una deliciosa maravilla que aún se conserve esta receta llena de recuerdos y tradiciones. Por esta razón hoy les traigo mi receta especial, de la tacha Matzicatzin!

Ingredientes:

- 3 kilos de calabaza del mercado de verduras de Tlaxcala.
- 5 clavos, pero no de Cristo, sino de especia.
-1 ramita de canela traída de la nao de china.
- 2 litros de agua del pozo frío.
- 1 kilo de caña de Manila partida a lo largo y a lo ancho.
- 1 kilo de piloncillo de la Merced.
- 1 kilo de guayabas de lo más alto del guayabo (son las mejores).

Modo de hacerse:

Primero en una olla de barro pongan el agua a hervir y añadan canela. Dejen que saque el hervors y agregen amorosamente el piloncillo. Cuando se derrita pongan la calabaza, caña y guayaba del guayabo. Se vuelve a dejar reposar hasta que saque hervors  y se cosa la calabaza. Mientras muévanle, no dejen de moverle porque se pega! Pero no le muevan tanto porque se bate!  Al final pongan los clavitos diciendo: "por los clavos de Cristo" y quítenselos a los 5 minutos, es para que de aroma.


Ahora sí mis queridos, ya saben cómo preparar la famosa calabaza Matzicatzin! la más rica de todo México, ahora que si les da flojera hacerla, les recomiendo la de la Fonda El Refugio, vaya que está buena y casi tan ancestral como la mía. 


Les quiere su tía.

miércoles, 29 de octubre de 2014

En la columna de la Archiduquesa...

Los panteones en la Ciudad de México.

Muy buen día tengan ustedes mis queridos plebeyos, hoy quiero contaros de algo muy especial que me sucedió el otro día. Iba yo de compras en el paseo de Antara y de pronto fui abordada por una señora ya mayor y bastante regordeta que me ofreció un servicio de defunción. Muy amable, la mujer me dijo que por una módica cantidad podría ser velada en una de las exclusivas salas de Gayosso y que además podía ser incinerada y mis cenizas estarían en una de las capillas más hermosas de la villa de Guadalupe... Me quedé callada, nos miramos, respiré y le solté tremendo revés en su rostro que la dejé tumbada en el piso!

¡Pero qué falta de respeto a mi archiducal persona! No lo podía creer, quién cree que soy para ofrecerme eso, ¿la gaviota? Y es que sepan ustedes que de ninguna manera sería velada en ninguna salita. Que asco, ahí han velado a quien sabe qué hijo de vecina. ¿Yo incinerada? Pues ni que fuera una vil hereje o pecadora, ¡o bruja! Y qué es eso de mis cenizas en una capilla de la Villa, ¡pero que asco! ¡No! Yo, por ser parte de la familia real, me toca ser velada en el Altar de los Reyes de la Catedral y ser enterrada en las criptas de la misma iglesia ¡con todos los honores!

Ya después, una amiga me dijo que no me exasperara, que ahora la gente normal se incinera y se entierra en pequeñas gavetas, en capillas o en cementerios. En nuestra época la gente no hacía eso. La gente de la alta clase era enterrada en el presbiterio de las iglesias, debajo de las naves de los templos y los mas pobres se enterraban afuera, en los atrios. El concepto de cementerio fue introducido a México en el siglo XIX y fue el hereje presidente Juárez quien inauguró el concepto de cementerio público con el fin de llevar un registro de defunción civil. 

Al construirse los cementerios en el siglo XIX se decidió, por salubridad, que estos fueran situados a la lejanía de la ciudad. Así que el panteón de Dolores fue situado en la subida de los cerros del poniente, el cementerio de santa María la Redonda en el límite noroeste de la ciudad, el panteón de San Fernando (el más exclusivo y fino) en el límite poniente de la ciudad y el de campo florido en el límite sur de la misma.

Como fue avanzando el tiempo, los cementerios fueron en aumento, fundándose el panteón Francés a la orilla del río de Viaducto Piedad y sobre la actual avenida de Cuahutemoc se fundó un panteón muy grande e importante que en la primera mitad del siglo XX fue demolido para crear un parque y posteriormente el centro comercial Pabellón Cuahutemoc. Todavía muchos de los que van a correr por ahí dicen haber visto luces de fuegos fatuos, fantasmas y sabe Dios que más cosas. 

Entonces ya saben queridos, anteriormente las iglesias fungían como cementerios; desde el siglo XIX se implementó el concepto de panteón y ahora ya se incineran y se guardan en cajitas para ponerlas en una pared. ¿Ahora entienden lo que les digo? Uno debe de ser enterrado con toda la gracia y el protocolo. En una iglesia, nada de cajitas palurdas.

Les quiere su amiga la archiduquesa. 

domingo, 26 de octubre de 2014

Domingo de Leyendas con las Meninas Novohispanas...

El aparecido. Por Alma María Huitronovich.

Muy buen día mis queridos amigos plebeyos,  hoy me toca contarles una leyenda llena de misterio, que acaeció en 1559, en tiempos muy tempranos de la colonia, es la historia de la primera teletransportación novohispana.

Resulta que en el lejano reino de las islas Filipinas, en Manila para ser exacta, existía un gobernador de apellido Gómez Pérez Desmariñas, quien era ágil en su arte y al mismo tiempo muy entrado en discusiones con el Obispo Salazar, obispo de las dichas islas. Un día a Desmariñas le llegó de regalo del emperador de Camboya unos elefantes.  El motivo era pedir ayuda, ya que el imperio de Sian le había declarado guerra. Desmariñas acepto ayudar y fue ahí cuando la cosa se puso fea.

Un día zarpó un barco con el gobernador Desmariñas para auxilio de los camboyanos. Los remeros de la nave eran más de 250 chinos que al ser reprendidos por una irresponsabilidad en la navegación por Desmariñas, de noche  atacaron a la tripilación  y todos, incluído el gobernador fueron decapitados y sus cadáveres aventados al mar.  La noticia llegó rápidamente a Manila en donde todos vieron con asombro que el cuadro del Capitán Desmariñas, colgado en la regencia de la capitanía, amaneció rasgado y la pared donde estaba colocado, estaba cuarteada. 

¡Cosa de brujería! Dijeron los pobladores ya que suceso extraños, como de magia negra comenzaron a suceder en la ciudad de Manila. La cereza en el pastel fue que una noche un soldado que estaba haciendo guardia en el fuerte de Manila, por la mañana apareció en la plaza mayor de la Ciudad de México con la misma actitud que un extranjero en el transborde de Balderas a las 3 pm, no conocía nada, a nadie, preguntaba en dónde estaba y sus uniformes resaltaban, ya que eran de la capitanía de Manila, no de la Nueva España.

La inquisición lo apresó y él contó que la noche anterior se hallaba en su puesto de trabajo, al cerrar y abrir los ojos ya estaba caminando en la plaza mayor de esta ciudad. El tribunal le envió de vuelta a Manila, pero esta vez despacito, por la vía larga, sin nada de brujerías. 

Ojalá pudiéramos descubrir qué pasó con este hombre, tal vez así pudiéramos resolver grandes misterios de la humanidad como en dónde cayó el avión de Malassia o si en verdad ganó el Peje, grandes incógnitas...

viernes, 24 de octubre de 2014

Cocinando con Alma María

Tortillas de harina.

Bom día! Hola mis queridos plebeyos, estoy muy contenta de escribir por primera vez en la sección de Cocinando con..., en esta ocasión yo les daré una de mis recetas favoritas que al mismo tiempo es muy mexicana ya que sirve para hacer y acompañar todo tipo de platillos: la tortilla de harina.

Muy pocos los saben, pero la tortilla de harina fue en parte utilizada por los judíos sefaradim en el norte del país cuando hicieron sus fundaciones como la villa de Monterrey. Era una variante del pan pita que se comía en España y en los países con tradición árabe. Así pues la tortilla de harina tiene mucho simbolismo y también tradición, más oculta de lo que creen. Para prepararla necesitamos:

Ingredientes:

- 4 y media tazas de harina de trigo!
- Media taza de agua al tiempo!
- Sal al gusto
- 1 cucharadita de polvo para hornears!
-3 o 4 cucharadas de mantequilla!

Modo de hacerse:

En un recipiente mezclen la harina, el polvo de hornears y la sal hasta que queden bien juntos. Luego en otro recipiente mezclen la mantequilla y el agua al tiempo. En ocasiones tendrán que calentar un poco el agua para que la mantequilla se disuelva super bien.

En el recipiente de la harina haz un hueco en el medio e incorpora el agua con mantequilla, forma una masa suave y deja reposar por 5 minutitos.  Con esa masa haz las tortillas, deberás usar un aplanador para que queden delgaditas. Para cocinarlas pon poquito aceite en el sartén y fríela rápidamente. Serán las tortillas más hermosas de tu colonia.

Espero les guste mi receta y recuerden, coman sano y nutritivo! les quiere su amiga Alma María!





miércoles, 22 de octubre de 2014

En la columna de la tia Cecilia...

Los Conventos de Monjas.

Muy buen día queridos sobrinos plebeyos, hoy estoy que salto de regocijo porque muchas de mis nuevas amigas plebeyas fanseses me han pedido que les cuente algo sobre la vida monjil en la Nueva España. Así pues, cual catequista de iglesia, cual eremita de la religión, cual evangelizadora de la buena fe, hoy les cuento algo sobre los conventos de monjas de esta Ciudad de México.

Los conventos de monjas fueron muy importantes en la vida social de las ciudades del virreinato novohispano. Tenían varias funciones primordiales: dar una alternativa de vida santa y resguardada por la iglesia, generar lo que ustedes conocen como pequeñas y medianas empresas y ser el oasis en la vida de muchas mujeres.

Los conventos de monjas tuvieron gran popularidad en la ciudad desde el siglo XVI, siendo el primero el de las monjas Concepcionistas de Cuepopan. ¡Ay que belleza era un convento de monjas ricas! Tenían sus patios, sus huertas, sus capillas y por supuesto sus iglesias que por ventura del cielo eran todas lindas y preciosas. Cuando ustedes vean una iglesia con dos portadas a la calle sabrán entonces que se trataba de una iglesia de convento de monjas. Esta bella disposición de portadas daba un aire de simetría y armonía a los templos.

Dentro de un convento también estaban las habitaciones de las monjas, que muchas veces eran pequeñas casas; se encontraban las fuentes y el refectorio, habitación de gran tamaño para comer en comunidad con las demás religiosas y el locutorio, habitación especial para poder recibir visitas. No les cuento más porque planeo hacer una capsulita en el youtube para todos ustedes! O de plano un día llevármelos a un convento.

Les quiere con ademán monjil, su tía Cecilia...

domingo, 19 de octubre de 2014

Domingo de leyendas con las Meninas Novohispanas

La virgen del Perdón.


Queridos sobrinos plebeyos, el día de hoy les contaré la leyenda de la virgen del Perdón, cuadro bellísimo que por desgracia sucumbió al incendio de la Catedral Metropolitana en 1967. La pintura fue elaborada entre  1568 y 1569 por el pintor flamenco don Simón de Pereyns, maravilloso maestre del pincel que llegó a la Nueva España con el virrey don Gastón de Peralta. 

La historia tiene dos orígenes, la leyenda y el registro. La leyenda dice que un judío fue enjuiciado por el Tribunal del Santo Oficio y fue preso en una de las celdas de la Cárcel Perpetua. El judío tenía como placer, dibujar y pintar, por lo que pidió a sus carceleros le concedieran pinceles y pigmentos. Ellos aceptaron y le llevaron al judío los enceres necesarios. En cuestión de días el preso mandó llamar a sus carceleros y ellos, admirados observaron una obra maestra pintada sobre la puerta de la celda: era una virgen de preciosa manufactura y exquisito dibujo. La llamaron la virgen del Perdón y fue colocada en el altar de la entrada en la primera catedral.

Sin embargo, la historia basada en el registro tiene más picardía y porqué no decirlo, chisme. Simón de Pereyns hijo de don Fero de Pereyns y doña Constanza de Lira, llegó desde Amberes a esta muy Noble Leal e Insigne Ciudad de México y se dedicó al negocio de la pintura. Pronto se llenó de amistades con quienes departía amenamente y fue justo con una de ellas, que don Simón dijo que le venía mejor pintar retratos de personas que de santos. Este chisme llegó a los oídos de la Santa Inquisición quien retuvo al flamenco, le dió tres vueltas al potro, le llenó  con tres jarras de agua y le ordenó una pena consistente en pintar todo el retablo de nuestra señora de las Mercedes que se encontraba en la entrada de la primera catedral.

Por esta razón, Pereyns comenzó la obra en 1568 y terminó pintando la virgen denominada del Perdón por encontrarse en el altar del Perdón de la primera catedral. A su demolición en 1625 la pintura pasó al retablo del perdón de la segunda y actual catedral. Sin embargo fue presa de las llamas del fuego en 1967 y la que hoy se encuentra en su lugar es otra de menor calidad y menor finura.

Así pues mis queridos, cuidadito con las cosas que dicen, ya que si llegan a oídos de los nuevos tribunales del Santo Oficio, además de aplicarles las reformas de Telecomunicaciones, pueden hacerlos pintar todo un retablo y de que se enteren me encargo yo.

Los quiere en demasía su tía Cecilia...




Así luce actualmente la obra de Pereyns resguardada en el CENCROPAM

viernes, 17 de octubre de 2014

Cocinando con la archiduquesa...

Duelos y Quebrantos

Hoy mis queridos plebeyos os compartiré con todos vosotros la receta de los Duelos y quebrantos, platillo medieval que se menciona pícaramente dentro del Quijote. A lo largo del siglo de Oro, se citaron en distintos libros, en los grandes banquetes reales que ofrecían los nobles en sus cotillones y cenas. En la obra de Martínez Montiño, cocinero real, aparecen suntuosos e incluso en algunos conventos se preparaban cuando les visitaba algún príncipe o infanta. 

La expresión "duelos y quebrantos" aparece una y otra vez en las novelas, obras de teatro y manuscritos conventuales. En realidad son huevos fritos con torreznos, como lo afirma don Pedro Calderón de la Barca: "Huevos y torreznos bastan que son duelos y quebrantos".

Plato que se puede hacer en breves ,momentos y que podía ofrecerse en los conventos a viejos cansados y a príncipes hambrientos.  Para hacerlos necesitaremos:

Ingredientes:

Huevos
Tocino
Jamón
Sesos de cordero
Manteca de cerdo
Sal
Pimienta

Modo de hacerse:

Se cuecen los sesos, se limpian, se trocean y se saltean en un poco de manteca de cerdo. Se baten los huevos, se salpimientan y se hace un revuelto con los ingredientes anteriores. Se puede servir adornado con pan frito.

Así pues, queda la deuda saldada, disfruten del platillo de don Quijote y Sancho Panza!

Les quiere, su amiga la archiduquesa. 

miércoles, 15 de octubre de 2014

En la columna de la archiduquesa...

Las Casas Nuevas de Cortés.

Hoy mis queridos todos, os platicaré sobre el edificio denominado las Casas Nuevas de Cortés. Mi querida e hiperbólica tía os contó sobre las Casas Viejas hace una semana, este palacio de Axayácatl sede del poder virreinal durante los primeros años de la colonia. Ahora es mi archiducal turno y os mencionaré unos cuantos chismes de las Casas Nuevas de Cortés.

Después de la caída de la ciudad de Tenochtitán, don Hernando de Cortés se adueñó también del palacio del gran Tlatoani Moctezuma, era un palacio muy bello y grandioso que se encontraba circunscrito por las actuales calles de Moneda al norte, Corregidora al sur, el zócalo al poniente y del Carmen al oriente. Si ustedes tienen algo de intelecto y perspicacia os darán cuenta de que es el mismo terreno que hoy en día ocupa palacio nacional.

Exacto mis queridos, el palacio de Moctezuma, posteriormente las Casas Nuevas de Cortés, se transformó en la residencia del virrey. Todo esto sucedió años después de la muerte de don Hernando. Su hijo, don Martín el criollo, se vio en unos apuros económicos enormes después de la defunción de su señor padre, entonces aceptó la oferta de compra por parte de la Corona, misma que durante años se le ofreció a don Hernando y que él jamás acepto.

Así pues, vendidas las Casas Nuevas, el virrey y su corte se mudaron hacia este inmueble que existió hasta 1692, cuando fue quemado por los indios en el famoso tumulto en el cual el excmo, señor virrey y su ilustrísima señora esposa virreina, tuvieron que huir de la chusma enardecida disfrazados de sirvientes.

Después de la quema del palacio, se comenzó la reconstrucción del edificio y resultó uno nuevo, el segundo palacio virreinal, sede del poder de la corona desde 1700 hasta la independencia mexicana firmada en 1821. A partir de ahí sería la sede del poder autónomo y nacional de México, conocido también como palacio Nacional.

Así bien mis queridos, sepan vosotros que el actual palacio Nacional fue la sede del poder virreinal y antes contuvo en su terreno a  las Casas Nuevas de Cortés, sin olvidar al palacio de Moctezuma en tiempos prehispánicos, lugar de gran nobleza ¿no les parece?... 

Les quiere su amiga archiduquesa doña Bárbara de Ibarguenguer e Igartiburu.

viernes, 10 de octubre de 2014

Cocinando con la tia de México

Esquites Matzicatzin

Muy buen viernes queridos sobrinos plebeyos, hoy les traigo el tutorial para preparar mis famosos esquites Matzicatzin que llenan de sabor los paladares de propios y extraños... Y les doy la receta por que por mucho tiempo, cuando iba por la calle rumbo al oxxo, me veían y preguntaban la fecha de cuándo compartiría esta deliciosa y milenaria receta. Bueno, pues con mucho gusto aquí está. Para prepararlos necesitaremos lo siguiente:

Ingredientes

- 12 elotes tiernos y amables, favor de desgranarlos antes, no vayan a cometer la barrabasada de meterlos a la cacerola enteros.

- 1 cucharadita de cal, (ya hablamos de la nixtamalización y la pellagra, recuerdan?)

- Sal al gusto.

- 1 rama de mezquite cortada en el cerro de la Maliche en Tlaxcala.

- 1 rama de epazote del mercado de san Juan.

- 3 limones cortados  y sin hueso, me amarga las cosas.

- 8 cucharadas de mayonesa casera,  no sean chundos y no usen aderezo, que asco.

- 6 cucharadas de queso rallado, pero que si sea queso, no les vayan a dar unicel.

- Chile piquín en polvo, pero del que pica, nada de que "me irrita" o "me da la gastritis".


Modo de hacerse

Pongan el elote desgranado en una olla de cobre (previamente curada) y cubran por completo de agua. Agreguen la cal, no me les vaya a dar lepra, y después le ponen la sal y el epazote, tapen y dejen que hierva poco mas de 15 minutos, tiene que soltar el hervors. Después le ponen el mezquite y más epazote para que amarre bien.

Luego ya hervido sirvan con jugo de limón, harta harta harta mayonesa, queso rallado y chile del que pica. Deleiten a sus amistades con mis famosos esquites Matzicatzin y sean felices así como yo.

Los ama la tía de México, la tía Cecilia...



miércoles, 8 de octubre de 2014

En la columna de la tía Cecilia

Las Casas Viejas de Cortés

Es de pocos conocido el número de hazañas tan loables que tuvo don Hernando de Cortés, el conquistador y conocedor del arte de la guerra. Aunque muchos de ustedes lo desconozcan, mi familia los Matzicatzin, después de conquistado el imperio mexica, tuvieron sus mercedes gracias al señor Cortés, por esa razón quiero exaltar algunas de sus obras más significativas y en esta ocasión les hablaré del primer palacio que tomó para su servicio: las Casas Viejas.

Cuando Cortés llegó a la ciudad de Tenochtitlán, fue hospedado por el emperador Moctezuma en el palacio conocido como de Axayácatl mismo que se encontraba en el extremo poniente del gran centro ceremonial prehispánico. El palacio de Axayácatl comprendía el territorio circunscrito por la calzada de Tacuba al norte, 5 de Mayo al sur, Monte de Piedad al oriente y Palma al poniente. Como podrán notar (si sus conocimientos geográficos son básicos) la extensión del palacio era muy amplia.

Ahí fue hospedado Cortés con sus ejércitos y él mismo le solicitó al emperador Moctezuma el permiso para la construcción de una capilla, la primera en tierras del Anáhuac. Cuándo Cortés puso fin a la hegemonía mexica, adoptó el palacio de Axayácatl como sede de sus dependencias, talleres, caballerizas y resguardo del ejército, por esra razón mandó amurallar el palacio transformándolo en uno nuevo con cuatro torres en las esquinas y totalmente almenado. Le llamó entonces, las Casas Viejas. 

Muchos de los soldados de Cortés acusaron al extremeño de construir las Casas Viejas de tal manera que "más que una fortaleza parecía ciudad", y es natural pensarlo así, sin embargo Cortés necesitaba tener dentro de ese edificio a todo su ejército y mantenerlo de forma segura ante las amenazas de una sublevación por parte de los mexicas sobrevivientes a la caída de Tenochtitlán aquel 13 de agosto de 1521.

El edificio incluso fue rentado para el primer virrey que tuvieron estas tierras, ahí se concentraba todo el poder: el cabildo, el virrey, la real audiencia, el ayuntamiento y la capilla principal. A partir de 1530 los poderes ya se habían descentralizado y la primera catedral ya se encontraba edificada así como los edificios correspondientes para el cabildo de la ciudad.

Pronto las Casas Viejas dejaron de tener el peso político y social del principio, y con la construcción de la segunda catedral y la compra del Palacio Virreinal (del cual mi oleosa sobrina archiduquesa les hablará la siguiente semana) el poder de las Casas Viejas quedó relegado. El edificio fue comprado por el conde de Regla y fue remodelado y segmentado para convertirse en el Monte de Piedad y los edificios aledaños. 

Así que cuando visiten el Monte de Piedad tengan la conciencia de que durante los primeros años de la Ciudad de México, residió ahí todo el poderío virreinal. Los quiere su adorada tía Cecilia Matzicatzin.